VIERNES 6 DE MAYO

El viernes por la mañana caí en la cuenta de que no me quedaban huevos, así que preparé los frijoles con jamón de pavo para añadir proteínas. No pudimos terminarnos el plato entero...
En el trabajo teníamos planeado una de esas salidas de integración de equipo, muy a lo "gringo" pero el itinerario prometía, aunque temí que la dieta se iría al carajo. A mitad del camino: parada a desayunar, no pedí nada, pero le robé un par de pulpitos a mi compañero de equipo y amigo... estaban buenísimos. Al final del paseo hubo cata de vinos, me tome media de tinto (muy buen vino por cierto, de la región del Penedés) para poder reservarme la otra mitad para la comida: sí, había comida de integración...
La comida fue en una macia formidable, pero resultó no ser un restaurante sino un lugar de eventos, traducción: menu en común para todos y más chances de romper la dieta. Primer plato: ensalda con frutos, me comí la lechuga, las nueces y un par de cubitos de queso y dejé las moras, las peras, el mango. NADA de pan, y miren que se me antojaba. Segundo plato: Pato al horno con Pure de frutos, me comí el pato y todo perfecto. Pero, oh pesar, el postre: un bizcochito de vainilla, cubierto de crema pastelera y frutas, bañado en salsa de fresa. Con el plato de frente, la crema rebosando, las fresa destellando, viendo a todo el mundo hacer caras de placer bendito a cada bocado, yo sufría!! Parecía que el postre tardaba más que toda la comida: SUFRÍ... pero NO LO probé.
Fuerza de voluntad no? :-)
Merienda: 10 almendras y rollitos de jamón
Cena: Tiras de pollo con rajas y salsa verde
Y al día siguiente: DIA DE DESTRAME: OH YEA!!!